La autómata
Edward Hooper
Óleo sobre lienzo
Ventro de Arte de Des Moines, Iowa, Estados Unidos.
¿Qué sentido tendría
que hoy te diga
que tuve el deseo incontenible
de mirarte a los ojos?
Como siempre
las pequeñas cobardías
pueden paralizar
grandes historias.
Hubiera querido invitarte
a caminar bajo la lluvia
que el meteorológico programó
para nosotros.
Desgraciadamente,
olvidaron avisarte.
Después de mojarnos
el pelo y los zapatos
habría sido necesario aquel café
que sería un buen pretexto
para una mirada.
Tal vez comentaríamos
alguna tontería
tocándonos la risa.
Pero no corrí el riesgo
a veces necesario
para salvarnos
de aquellas certidumbres
que encogen nuestras almas
obligándonos a redactar una vez más:
“Querido diario,
lamento no tener nada que informarte”.De Amores que jamás florecieron
© Nº 272608
I.S.B.N. 978-956-368-153-6
No hay comentarios:
Publicar un comentario