domingo, 31 de mayo de 2015

Haikús occidentales para un otoño del hemisferio sur

Parque Forestal
Pablo Burchard
Óloeo sobre tela
Pinacoteca Universidad de Concepción, Chile.


1

Llega el otoño.
La brisa me saluda.
Caen las hojas.

2

Está lloviendo.
Del árbol de mi patio
caen las hojas.

3

Hoy hace frío.
Va pegándome el viento
sobre la cara.

4

Estoy tejiendo
esta tarde de lluvia
sobre mi cama.

5

Sigue lloviendo.
La ropa ya no cuelga
de los alambres.

6

Sola camino.
Las montañas nevadas
Están más cerca.

7

Sigue lloviendo.
No paran de mojarse
las soledades.

De A la madre natura
© 272608 I.S.B.N. 978-956-368-153-6

sábado, 30 de mayo de 2015

El mundo es mío y soy del mundo

Mujer abrazando al mundo
MB Hopkins, Dayton, Ohio, EStados Unidos.
Proyecto de Arte Mundial por la Paz
Galería 2000

El mundo es mío y soy del mundo.
Tengo derecho a caminarlo, hacerlo mío.
Tiene derecho a poseerme a diario
y a recordarme que solo soy otro ser vivo.
Cada planta que brota en primavera es mía
y yo le pertenezco a cada sol de amanecida.
Cada animal que lo puebla nace y muere
de la forma en que nazco y muero cada día.
El mundo me fue dado una mañana de diciembre
al mismo tiempo en que me recibía.


De A la madre natura

© 272608 I.S.B.N. 978-956-368-153-6

lunes, 25 de mayo de 2015

Visita de mí misma

Madame Cézanne en el invernadero
Paul Cézanne
Óleo sobre lienzo
Museo Metropolitano de Arte, Nueva York, Estados Unidos

Hoy recibí la visita de mí misma.
Me alegró la sorpresa.
Me ausenté unos segundos
para ver si estaba presentable.
Sonreí con serenidad frente al espejo.
Arreglé mis cabellos
con cuidado
y me miré de frente,
con los ojos muy abiertos.

Me senté en mi sillón
con toda calma
y me di la bienvenida.

Me pregunté por el estado
de la vida
y respondí: “tranquila”.
Me sorprendió la alegría
que esto me produjo.

Conversé de otras cosas importantes
disfrutando de mi propia compañía.
Pregunté por los hijos.
Respondí que han crecido,
que ya están avanzando
por sus propios caminos.

Me dije que la casa estaba hermosa,
que el jardín se encontraba florecido;
que los gatos y los perros jugaban en el patio
y la luz atravesaba los visillos.

Me conté que había estado disfrutando
de la música y de la poesía;
que tengo un par de planes para próximos días:
publicar mis poemas,
hacer un largo viaje,
pintar una muralla
y tejer unos guantes a alguno de mis hijos.

Me alegró recibirme,
amistosa y tranquila
y compartir conmigo
esta tarde sencilla.

sábado, 23 de mayo de 2015

Tan solo un sueño naif

Gracias, Miguel, por dibujarme este sueño.

No te pido un poema.
Por favor,
píntame un sueño.
Píntalo con olvido
y un poco de memoria.
Píntalo con caricias,
con susurros.
Píntalo con senderos
que vayan a la Luna
y con regresos
a casas con macetas
regadas por mi abuela.
Por favor,
Píntame un sueño simple,
Un murmullo de olas
una tarde de martes,
el ruido de la lluvia
mientras camino
de manos en bolsillos
del viejo abrigo negro.
Mis hijos sonriendo,
sentados a la mesa,
El jardín de mi casa florecido.
Píntame un sueño naif,
Por favor te lo pido,
mi alma necesita
un alto en el camino.

jueves, 21 de mayo de 2015

Habítame

Retrato de Adele Bloch-Bauer I
Gustav Klimt
Óleo y oro sobre tela
Galería Neue, Nueva York Estados Unidos.

Quiero invitarte a dar una vuelta por mi vida.
Caminar por mis prados, sentarte en mis escaños.
Descansar a la sombra de mis árboles.
Saciar su sed en mis ríos.
Despeinarte en el viento de mis llanos.
Extasiarte en mis bosques.
Internarte en mis calles.
Sorprenderte en mis escaparates.
Tañir mis campanas.
Sembrar mis desiertos de esperanzas
y hacerlos florecer en primavera.
Quiero invitarte a elegir un lugar de mi
donde instalarte.
Habítame.
Aunque sea una tarde.

De Amores que jamás florecieron

© 272608 I.S.B.N. 978-956-368-153-6

Mi casa es un semillero

La reunión
Marie Bashkirstseff
Óleo sobre lienzo
Museo de Orsay, París, Francia.

A los que fueron mis estudiantes

Mi casa es un semillero
de jóvenes peregrinos,
que recorren sus caminos
en busca de mil sabores
y cada tantos fragores,
se detienen en mi puerta,
retornando en tibia siesta
a recordar sus amores.
Mi casa brinda el alero
deseado bajo la lluvia,
el bracero en noche fría
y la sombra bajo el sol.
Aquí retornan mil veces
los que un día fueron niños,
a regar con su cariño
mis certidumbres de vieja,
transmutándome las quejas
en asombros e incertezas,
que me renuevan la vida
y me devuelven pureza.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Nociones de conjuntos

Vicent Van Gogh
Campo de tulipanes
Óleo sobre lienzo sobre tabla.
Galería Nacional de Arte, Washington, Estados Unidos.

Conjunto es una cantidad de cosas
que pueden agruparse
por su tipo:
los hombres de ciencia,
los idiotas,
los amantes
y hasta los militares.
Los que creen en Dios,
los que ya no creemos,
los que estamos
dispuestos a hacer algo.
Las flores de la plaza,
los hombres de la banda,
los niños de la escuela
con sus delantales.
Un puñado de arroz
lanzado al viento,
los enanos de un cuento,
los notarios,
los libros del estante,
todas las mariposas,
las botellas azules,
la gente en que confiamos.
Un conjunto es también
lo que nos pasa
cuando vemos a la persona exacta
que nos hace vibrar
en todos los matices
que puede ser capaz
la bestia humana.


De coherencias e incoherencias


© 272608 I.S.B.N. 978-956-368-153-6

sábado, 16 de mayo de 2015

Viajar

La estación de Saint-Lazare
Claude Monet
Óleo sobre lienzo
Museo de Orsay, París, Francia.

Viajar es abrir las ventanas de la mente
para que entre el raudal de un mundo nuevo;
sacar el alma de paseo en una tarde
y permitirle que se instale a su deseo.

Viajar es sorprenderse en cada tramo
de cada espacio que ocupa la pisada,
sentarse a ver el mundo en un camino,
ampliando el ángulo que cubre la mirada.

Viajar es aspirar al infinito,
reconocer en otras vidas nuestras vidas,
transformar en realidades nuestros sueños,
tener menos respuestas y más dudas.

Viajar es alejarse por un tiempo
para volver más joven y más viejo;
más sabio, más lleno de esperanzas,
un poco más seguro y más perplejo.

Viajar es recobrar en la distancia
la fuerza renovada del cariño,
reconocer en cada golpe de nostalgia
la presencia permanente del amigo.

Viajar es regresar a lo dejado
sintiéndolo más nuestro y más querido,
darle un nuevo valor a lo que amamos,
querer ser acogido como un niño.

Viajar es apropiarse para siempre
de imágenes, olores y sonidos
que ya no partirán y aún muy tarde,
se abrirán paso, en medio del olvido.

Tu ausencia

Naturaleza muerta con tres nidos
Vincent Van Gogh
Óleo sobre lienzo
Museo Kröller Müller, Otterlo, Países Bajos.


Tu ausencia
es un vacío
como un nido
sin pájaros.
¿Has visto
algo más triste,
que la lluvia arrasarlo?

Tu blasfemia

El grito
Edvard Munch
Óleo, temple y pastel sobre cartón.
Galería nacional de Oslo.

Desgárrase
tu corazón herido
en un grito de rabia y de tormento.
Blasfema, porque llorar no sabe.
Denuesta lo vulgar y lo indecente.
Vuelca su ira
sin escrúpulos ni tino.
Rompe el silencio
y ataca sin piedad
la horripilancia.
Se revuelca de rabia en los caminos
pisados por hipócritas
que prostituyeron la palabra.
Pisotea la fe en dioses crueles e indolentes.
Transita aletargado hacia en un lugar incierto,
buscando la belleza cristalina
de una palabra azul
que lleve viva
la llama que caliente a fuego ardiente
su palpitar ansioso y aterido.

viernes, 15 de mayo de 2015

Tu palabra

El escribiente
Cárlos Pardo Gómez
Óleo sobre arpillera

Una palabra tuya me extasía,
me sorprende, me admira,
me fascina.
Una palabra tuya me cautiva,
me conmueve, me encanta
me embelesa.
Una palabra tuya me hace presa,
del lenguaje de dioses
que profesas.
Una palabra tuya muestra entero
tu corazón henchido
de belleza.
Una palabra tuya es un estero
que transforma el estío
en la cosecha.
Una palabra tuya es como un nido
de pájaros sublimes
que alzan vuelo.
Una palabra tuya es el anhelo
de ir brillando que tienen
las estrellas.

A un poeta que admiro

La niña del cántaro
Julio Romero de Torres
Óleo y temple sobre lienzo
Colección privada

Ante tus versos claros y elegantes
yo no puedo dejar de sorprenderme
con palabras precisas y embriagantes
vas desplegando imágenes potentes.

Van fluyendo en tus versos, aguas claras
de ríos, de clepsidras y de fuentes
de cántaros llevados por muchachas
de insinuantes miradas relucientes.

En tus versos jazmines olorosos
y perfumadas rosas encarnadas
se trepan por amores dolorosos
que se tornan en sangre derramada.

Relucientes las dagas y la luna
alumbran con candor tu poesía
compleja sencillez como ninguna
que amalgama tristezas y alegrías.

Por más que el alfarero te someta
su obra contendrá un agua tan clara
que cantará los versos que soñaras
porque eres y serás un gran poeta.

Amor de antaño

El beso (detalle)
Gustav Klimt
Óleo sobre tela
Österreichesche Galerie Belvedere, Viena, Austria.

Hace ya más de mil años que temblé,
cuando acercaste tus manos a mis pechos.
Hace mil, tal vez dos mil o cinco mil
Y aún tiemblo si lo pienso.

Hace ya una eternidad que tu recuerdo
se pasea irreverente por mi lecho,
y me mira, me toma de los hombros.
Y aún lato si te tengo.

Hace ya una historia entera que me invades
confundiéndome en nostalgias y en deseos.
Aún distingo claramente dos olores:
la humedad de la tierra y nuestros cuerpos.

Hace ya cinco mil años que yo sé
que jamás volveré a sentir tu abrazo.
No me importa, te tengo cada vez
que sueño con tus ojos y tus manos.



De Amores de antaño
© 272608 I.S.B.N. 978-956-368-153-6

martes, 12 de mayo de 2015

Una noche en Lisboa

Lisboa y el Tajo, Domingo (1935)
Carlos Botelho

Me has invitado a un sueño:
caminar bajo la luna de Lisboa.
Yo subiré a una nube
y tú tirarás de ella.
Descenderé junto al sol,
sobre el puente del Tajo.
Caminaremos juntos
por la orilla del río
hasta llegar a un punto
que nos cobije el alma.
Allí,
beberemos el vino
que embriagará la noche
y reiremos.
Conversaremos largo
sobre cosas pequeñas.
Sonreiremos,
sencillos, como niños.
Y ya en la madrugada,
abordaré mi nube
de retorno a mi tierra.
Tú volverás a España.
Pero a partir de entonces,
el cielo de Lisboa
vivirá en nuestros ojos
y una lágrima mía
se unirá a alguna tuya
en las aguas del Tajo.


De Amores que jamás florecieron
© 272608 I.S.B.N. 978-956-368-153-6

jueves, 7 de mayo de 2015

Hija

Oswaldo Guayasamin
Madre y niño
Colección Ternura (1988 - 1999)
Óleo sobre tela
Museo Fundación Oswaldo Guayasamin, Quito, Ecuador.

Hija,
tus ojos pardos
se fijaron en mi
antes de que nacieras.
Quería que vinieras.
Que estuvieras aquí.
Decidiste llegar en primavera.
Un carnaval de flores y sonrisas
inauguró la fiesta de tu espera.
Mi corazón en pleno te aguardaba
y salió a recibirte hasta la puerta
y saludaste al mundo con voz firme
anunciando en tu mirada certera
que mostraba en destello ineludible
el amor por la vida que trajeras
y que a fuerza de luz grabó indeleble
un sencillo mensaje en mi bandera:
soy tu incondicional inconfundible.



De amores profundos y seres entrañables.

© 272608 I.S.B.N. 978-956-368-153-6