La reunión
Marie Bashkirstseff
Óleo sobre lienzo
Museo de Orsay, París, Francia.
A los que fueron mis estudiantes
Mi casa es un semillero
de jóvenes peregrinos,
que recorren sus caminos
en busca de mil sabores
y cada tantos fragores,
se detienen en mi puerta,
retornando en tibia siesta
a recordar sus amores.
Mi casa brinda el alero
deseado bajo la lluvia,
el bracero en noche fría
y la sombra bajo el sol.
Aquí retornan mil veces
los que un día fueron niños,
a regar con su cariño
mis certidumbres de vieja,
transmutándome las quejas
en asombros e incertezas,
que me renuevan la vida
y me devuelven pureza.
Mi casa es un semillero
de jóvenes peregrinos,
que recorren sus caminos
en busca de mil sabores
y cada tantos fragores,
se detienen en mi puerta,
retornando en tibia siesta
a recordar sus amores.
Mi casa brinda el alero
deseado bajo la lluvia,
el bracero en noche fría
y la sombra bajo el sol.
Aquí retornan mil veces
los que un día fueron niños,
a regar con su cariño
mis certidumbres de vieja,
transmutándome las quejas
en asombros e incertezas,
que me renuevan la vida
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