martes, 12 de noviembre de 2019

A mi acordeón

 

Compañero de vida infatigable,
dulce almohada de muchos de mis sueños,
de mis noches más frías fuego y leño.
amigo, hijo, hermano entrañable.

Tu voz, trino de pájaro inefable,
carcajada del niño más risueño,
militante de todos mis empeños
con una lealtad inquebrantable.

Tu algazara de acordes y cadencias
que acompaña mis penas y alegrías,
me agita y me entibia el corazón.

Te digo en plenitud de mi conciencia:
si he vivido junto a tu melodía.
quiero morir tocándote acordeón.

De amores profundos y seres entrañables.

© 272608 I.S.B.N. 978-956-368-153-6

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