domingo, 23 de agosto de 2015

Aromos

Aromos
Olga Chávez Gutiérrez
Chillán, Chile.

Hoy regresaron los aromos.
Amanecieron florecidos.
Como un sorprendente
relámpago matutino
estallaron sus luces
alumbrando el invierno
sin permiso,
sin consideración alguna
al calendario.
Los meteorólogos
quedaron consternados
por el cálido escándalo amarillo.
Las ancianas sonrieron
porque los conocían.
Sabían de sus actos insolentes
desafiando a las frías madrugadas,
anunciando el retiro involuntario
del gélido gris desvanecido.
Su trompeta dorada y reluciente
nos anuncia soberbia que ya vienen
la tibieza, la luz y los colores
galopando con gracia y con certeza
para llenar la tierra de alegría.


De A la madre natura
© 272608 I.S.B.N. 978-956-368-153-6

viernes, 21 de agosto de 2015

Adiós a Damiel Rabinovich

¡Buen viaje, Rabinovich!


Gracias, gracias, mil gracias
por todas las risas 
y los buenos momentos.


viernes, 14 de agosto de 2015

Mi mirada aprendió a erguirse con Los Andes

Montañas
Olga Chávez Gutiérrez
Chillán, Chile.

Mi mirada aprendió a erguirse con Los Andes.

Allí, donde nací, siempre hacia arriba,
se alzaba mi mirada hacia las cimas.
Más allá de los pájaros, al cielo
me dirigió la vista desde niña
esta vasta y soberbia sierra andina.

Si alguna vez la derrota o la pena
me hicieron regar lágrimas al suelo,
mis ojos retornaron a la altura
llamados por la inmensa cordillera
y de la blanca luz de sus nevados
fluyó, como un torrente, mi consuelo.

Ni dictadores, ni abuso autoritario
lograron que mis ojos se arriaran:
allí estaban los Andes señalándome
la digna dirección de la mirada.

Montañas de Los Andes, cordillera,
fortaleza que me acoge y me contiene:
te agradezco la fuerza del llamado
a mantener en forma permanente
los ojos clavados en lo alto
y una visión elevada y serena.


De A la madre natura
© 272608 I.S.B.N. 978-956-368-153-6

domingo, 9 de agosto de 2015

El más joven de nosotros

Miguel Sanchez Quesada

A Miguel Sánchez Quesada.

Eres el más joven de nosotros
El más dispuesto al cambio
el no conservador, el disruptivo
el capaz de reírse de las cosas
de mirarlas como nadie las ha visto
de mostrarnos el mundo con tus líneas
escritas o pintadas
recordándonos en cada loco trazo
que la realidad no es objetiva
que no siempre debemos apreciarla
desde lo razonable
Te ríes contigo de ti mismo
de nosotros con nosotros
de la vida con la vida
de nuestra veneración
a lo sacralizado por nosotros mismos
y en tus palabras breves
nos vas desconcertando
tal vez descolocando
con sencillez y algo de desprecio
por la grandilocuencia y la palabrería
sin falsos homenajes
sin críticas exhibicionistas
seguro de ti mismo
nos sonríes
con un poco de lástima tal vez
por nuestra estructurada ingenuidad
que no alcanza a aprehender
la inquietante amplitud
de tu mirada.

jueves, 9 de julio de 2015

A un hombre que me regaló un poema de Whitman (Recreación sobre un fragmento de Canto a mí mismo)

La lectora de novela
Vincent Van Gogh
Óleo sobre tela
Colección privada

Nunca te buscaría, ni siquiera bajo las suelas de mis zapatos.
He comprendido quien eres desde hace mucho tiempo.
Supe lo que querías decir desde tu primera palabra.
Me has dado buena salud, tal vez sin proponértelo
y  has impreso a mi sangre razón para fluir con fuerza.
Estás en cada sitio que recorro; siempre te encuentro.
No tendría motivos para descorazonarme.
Tengo la certeza de que estás esperándome,
en todos los lugares, en cada día, siempre.
Sé que estamos hechos de la misma materia,
tal vez con otra forma, pero la misma.
Como a ti y como al hombre que fue capaz de  celebrarse,
a mí tampoco me han domado. Yo también soy intraducible.

De Amores de antaño

© 272608 I.S.B.N. 978-956-368-153-6

jueves, 2 de julio de 2015

Cansancio

La hilandera dormida
Gustave Courbet
Óleo sobre lienzo
Museo Fabre. Montpellier, Francia

“Estás cansada”, me dijiste…
Y respondí: “estoy cansada”.
Entonces, creí ver en tu mirada
una intuición fugaz
o compresión profunda
del complejo subtexto que encerraba
esa declaración sencilla
en dos palabras.

miércoles, 1 de julio de 2015

Abuela

Abuela tejiendo
Ángela Pérez
Óleo sobre tela
Puebla de la Calzada, España.

Imagínate conmigo a una señora
gorda, apurada y enojada.
Mi abuela tiene mejillas coloradas
y mirada triste
Mi abuela tiene una turba de algodones
y carbones
que le cubren pensamientos legendarios
Mi abuela
y la mala intención del ser humano
Mi abuela
y los recuerdos de Chillán
y más adentro
El llanto
o su canto de pájaro estridente
Su canto
y las manos se secan en un delantal
Mi abuela es la prolongación
de la palabra madre
o tal vez el sentido
propiamente tal
Los consejos absurdos
de Maricastaña
que son el amor
traducido al folclor
Mi mama vieja
mama Jesús
mi vieja fea
Vieja reumática
aporreada
y cariñosa
Cada cosa fue transformándose
en sus manos
y así mi infancia fue tejida
en los palillos de sus años.

De amores profundos y seres entrañables.


© 272608 I.S.B.N. 978-956-368-153-6